Hace casi 2 años, trastorno de ansiedad generalizada y depresión, desde entonces todo en mi vida es cuesta arriba: el trabajo, el estudio, las relaciones, la rutina misma. Insomnio, cansancio excesivo, desórdenes de alimentación, incapacidad para afrontar el estrés y la frustración, entre otros, son males con los que se debe aprender a a lidiar y que inevitablemente cambian y condicionan el modo de vivir.
Sumado a todo esto, convertirme en emprendedora fue toparme de frente con mi condición y con el desafío de que no fuera un impedimento para hacerlo ni fracasar en el intento.
Si bien el acompañamiento psicológico es fundamental y necesario para hacer frente a todo lo que afecte la salud mental, en mi caso, el coaching ha sido una herramienta complementaria y pilar importante para sobrellevar los retos que representan iniciar, administrar y mantener un negocio, me permitió encontrar de manera casi inmediata, los caminos más amigables para poder hacerlo, empezando por reconocer las emociones que dificultaban mi desempeño y aprendiendo a gestionarlas implementando planes de acción, cortos, paulatinos y constantes orientados a encontrar el equilibrio entre la exigencia y la salud mental, pues para poder pensar claramente es necesario estar tranquilo.
Pude ver el progreso desde la primera sesión, ya que una vez tomado el contacto con el coach, al plantear el problema se empieza a buscar soluciones de inmediato, dado que se buscan resultados e impulsar nuestras virtudes para concretar lo que proyectamos.
Se trató de un gratificante proceso de autoconocimiento donde el coach es como el faro que ayuda a aclarar las ideas y el panorama, pero depende de uno mismo trazar el camino.
Padecer ansiedad y depresión alteran notablemente la percepción de nosotros mismos, identificar fortalezas se hace más difícil de lo normal pero no imposible. La empatía del profesional en este caso es clave para poder conectar con nosotros, dado que la forma de relacionarnos con otros también es diferente, a veces limitada, dependiendo del estado del cliente.
Escuchar con atención y paciencia, ser flexible y comprensivo, la buena predisposición para acompañarme a mi ritmo, siempre validando mis avances con palabras cuidadas y positivas, han hecho del coaching un recurso de sostén que recomiendo ampliamente para quienes están en una situación similar, es definitivamente una inversión que se traduce en bienestar y contribuye a mejorar nuestra calidad de vida, junto con ello es importante crear hábitos que nos permitan cuidar la salud mental, teniendo presente siempre que la mente es la herramienta mas poderosa de la que disponemos para SER, CRECER Y HACER.
Si te sentís identificado dejame decirte que hay salidas, hay opciones y por más profundo que sientas el pozo y por mas lejana que veas la luz, vas a alcanzarla. No dudes de eso, busca ayuda, que fuera de vos hay gente capacitada y dispuesta, mientras vos decidas hacerlo, porque decidir es el primer paso para cambiar la realidad que no te gusta.
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