Las relaciones interpersonales tienen un gran impacto en quienes somos. Si hacemos el ejercicio de recordar hechos o conversaciones que nos marcaron, nos daremos cuenta cuánto influyeron en nuestra manera de ver hoy las cosas, y en como actuamos ante el mundo que nos rodea.
Cada uno de nosotros tenemos un ámbito donde nos movemos y forjamos nuestras relaciones, pueden ser varios como la familia, el trabajo, el club o el no lugar de estudio, lo cierto es que de todos tomamos algo y lo hacemos propio, dando forma a nuestro modelo mental, o dicho más sencillo, a la manera de ver el mundo.
Recuerdo 2 frases que en su momento me dijeron, ambas hacían relación al enojo y a como actuamos cuando nos invade. Un profesor del secundario siempre decía "El que se enoja pierde", intentando expresar que la ira no nos deja tomar las mejores decisiones generalmente, ya que no pensamos mucho lo que vamos a hacer. La otra frase la recibí ya más adulto, en el ámbito laboral desempeñándome como supervisor, un gerente me dijo "A los calientes se los coje el diablo", un poco más fuerte por los términos usados, pero en el fondo habla de lo mismo. Desde el coaching vinos que es bueno saber gestionar las emociones, y los ejemplos anteriores hablan de eso.
Por eso digo que las relaciones y nuestras experiencias nos van formando y lo bueno es que ambas cosas dependen de nosotros. Comenzar nuevas relaciones puede llevarnos a ver otras posibilidades, comparar con lo conocido, encontrar oportunidades de mejorar, entre otras cosas. También está comprobado que aprender nuevas cosas es un buen ejercicio para la mente, que permites desarrollar redes neuronales nuevas. Por lo cual probar otros ámbitos donde relacionarse puede ser un buen ejercicio.
Por otro lado he escuchado frases como "somos como las 5 personas con las que más nos relacionamos" , aunque no la comparto al 100%, si habla también de lo que expresa la frase inicial. Cuando uno se rodea de personas pesimistas, muy probablemente termine siendo uno de ellos. Lo mismo pasa cuando estamos rodeados de personas positivas, emprendedoras, con iniciativa, etc...
Esto también se asocia, y en mayor nivel, a la influencia de los adultos en el desarrollo de los niños. Ellos son como esponjas, que absorben toda la información que los envuelve, y nuestro ejemplo es fundamental en su formación como personas, en la creación de un modelo mental. Si bien cuando crecen comienzan a frecuentar otros ámbitos y a expandir sus relaciones, el primer formador es el hogar y los padres tenemos la responsabilidad de darles las bases de formación para afrontar la vida, y eso solo se logra con el ejemplo.
Queramos o no, las relaciones que tengamos infieren en nuestro accionar en la vida, la clave está en rodearse de personas que nos potencien, que nos animen a seguir avanzando y a disfrutar de la vida. Animate a conocer otras realidades, a sumergirte en nuevas relaciones que quizás puedan acercarte de a poco a tu realidad ideal, todo depende de vos!!!
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