Desde el Coaching Ontológico decimos que un Juicio es un pensamiento que nos “ayuda” a estar precavidos ante las situaciones que nos depara la vida, pero, podemos cometer el error de interpretarlos como afirmaciones o verdades, lo que muchas veces nos cierra posibilidades a futuro.
Los juicios no son mas que opiniones, a veces con fundamento y otras no, Puede surgir de experiencias vividas, creencias o valores, que aplicamos a lo largo de nuestra vida.
También pasa que cuando las personas no conocen toda la historia de una situación, siente la necesidad de completarla, y eso lo hacemos con suposiciones, las cuales también son juicios.
Si por ejemplo, un amigo nos cuenta alguna situación de su trabajo o de su vida personal, y vemos que no tenemos toda la información, tenemos dos opciones: una sería completar el resto con supuestos de manera automática o la otra, y que es base del coaching, pedir a la persona los detalles faltantes, por mas obvios que parezcan siempre es mejor preguntarlos para afirmar ese juicio de obviedad.
Ahora vamos a separar los juicios en 2 grupos, los que nos abren posibilidades y los que nos cierran posibilidades, reconocerlos dependerá de analizar las interpretaciones que surgen de nuestra mente.
Juicios que Abren Posibilidades: son aquellos que nos impulsan a actuar hacia lo que queremos, hacia nuestro objetivo o realidad ideal. Por ejemplo: decir "soy joven, aún tengo tiempo para estudiar ...." o "mi amigo es un tipo responsable, podemos encarar este proyecto juntos",
Juicios que Cierran Posibilidades: son los que nos detienen y no permiten accionar hacia nuestro objetivo. Por ejemplo: decir " debería pedirle ayuda a Juan pero tiene cara de no querer ayudar", o , " Soy joven y con poca experiencia, nadie me dará trabajo"...
El secreto está en identificar los juicios que nos cierran posibilidades e intentar cambiarlos en pos de que sirvan para impulsarnos hacia el objetivo. Cabe aclarar que cuando hablamos de juicios, estos no son ni buenos ni malos, pero debemos ser conscientes su efecto en nuestras decisiones dependiendo del enfoque que les demos, lo que define además como actuamos frente al mundo. Estamos tan acostumbrados a hacer juicios que ni nos damos cuenta que los tenemos, lo hacemos de forma inconsciente actuando y decidiendo por inercia. Por eso está bueno de vez en cuendo, pararnos a pensar en los juicios que hacemos.
Se dice que un buen líder es una persona que tiene sus juicios, y no sus juicios lo tienen a él.
Por ultimo, podemos tener juicios fundados o no, esto depende de los hechos que respaldan la opinión. Por ejemplo si digo, " Los autos marca X son los mejores porque no se rompen nunca" , en este caso, si tuviera datos estadísticos de los autos que mas van al taller, por ejemplo, podría fundar este juicio (si la fuente es confiable, lo cual es otro juicio...). Pero sin ese fundamento, el juicio está muy atado a la experiencia personal,
Te invito a sentarte y pensar en tus juicios diarios, darte la posibilidad de desafiarlos y abordarlos desde otra perspectiva, quizás encuentres esos que no suman hacia nuestro objetivo y puedas transformarlo en oportunidades.
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