Ella quiere vernos caer, fracasar en todos los aspectos. Ha liquidado relaciones, emprendimientos, negocios, sueños…. Lo ha liquidado todo. Nos ha hecho ver lo frágiles que somos, cómo lo más pequeño nos puede dañar tanto. Vino de afuera, pero sacó a flote las miserias que teníamos dentro, la desigualdad, la falta de empatía, la corrupción y todas las carencias.
En cuestiones de relación personal, se llevó las grandes reuniones, cambió los abrazos por choque de puños, sonrisas opacadas por barbijos, tuvimos que aprender a leer las miradas. Algunas convivencias se tornaron difíciles inundadas de rutina aburrida, haber perdido las pocas horas de libertad de las parejas trajo roces innecesarios. Los niños ahora tenían excusas para usar la compu todo el día…. Y era su única conexión con los amigos, ya no había juntadas, pijamadas, cumpleaños…. Ni escuela.
El trabajo también se vio afectado, algunos se quedaron sin él, otros debieron adaptarse a los cambios, otros trabajan más que nunca. Los docentes se recibieron de youtubers en tiempo record, el personal de la salud se vistió de héroe…. Nos se catalogaron de esenciales y no esenciales, como si un padre o una madre que busca la comida para sus hijos no fuera esencial. Pero los políticos siguieron siendo la misma cosa, lo único que saben ser, cuidadores de su quinta. No quiero ser tan duro y meter a todos en la misma bolsa, debo pedir disculpas a ese 1% que es diferente, aunque aún no los conozco.
Pero eso es lo que ella quiere, doña pandemia, y por suerte somos muchos los que no vamos a darle el gusto. Vamos a seguir buscando la alternativa para trabajar, con creatividad para adaptarnos a los cambios, que vinieron para quedarse. Sí, por si alguno tiene dudas el cambio vino para instalarse. La manera de educarse cambió, se prefiere los virtual por cuestiones sanitarias. Estallaron los cursos por internet, de toda índole. Los chicos en aulas virtuales reaprendiendo a aprender, a sacarse las dudas por mensajes de texto o buscando en internet. Los padres y madres tratando de ser docentes, desbordados por todos lados, pero poniendo el pecho siempre. Abuelos volviendo a ser padres, pero ahora de sus nietos. Muchos hogares cambiaron, algunos se fortalecieron en vínculos y valores, otros se rompieron o simplemente aceleraron el resultado inevitable.
Nos hicimos fanáticos del alcohol, y no de las bebidas como estábamos acostumbrados. Tenemos todo el tiempo la sensación de tener las manos sucias, pero no solo de gérmenes y bacterias… algunas están sucias de malas acciones, más que alcohol le faltaban valores. La pandemia dejó en evidencia tantas cosas… quizás hacía falta algo así ¿No?.
¡Qué mala es la pandemia!! ¡Fuera Covid!! ¿Es tentador echarle la culpa de todo no? Pero si en realidad lo que ella quiere es que nos demos cuenta de las cosas, que cambiemos el rumbo de este Titanic que va derecho al iceberg. Nos sacó de la zona de confort para despertarnos, para que valoremos las cosas importantes y dejemos de correr atrás de la zanahoria toda la vida. Hoy deseamos más que nunca estar en casa con esposa e hijos, juntos, felices y sanos, para que más... unos mates y charla con amigos, un paseo en la plaza, un asado los domingos, ¡un partidito de futbol!!!
Gracias pandemia por el esfuerzo que haces para devolvernos la empatía, por darnos la oportunidad de ver las cosas diferentes, por permitirnos tomar mejores decisiones. Todavía no te vayas que aún hay mucho que corregir, si miras hacia atrás no podes negar que estamos cambiando, somos lentos, pero constantes.
Costó, pero entendí, lo que ella quiere es que seamos mejores personas. Un cambio era necesario y creo que está sucediendo.
Gracias. -
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